Queridas mariposas:
Cuántas, cuantísimas veces, ha resonado el eco de esta frase en mi cabeza: ¡yo quiero ser normal! Normal… ¿Y qué es ser normal? Nadie es normal y todas lo somos, es un mero juicio 3D, pero esto es algo que empecé a comprender con el paso del tiempo, la experiencia y la mucha (o poca) sabiduría que he ido adquiriendo por el camino.
Para mí «ser normal» era ser como mis amigas: chicas «normales», con vidas «normales», sin muchos conflictos (aparentes). Mis amigas se limitaban a vivir, sin profundizar demasiado, sin sentir tanto. Eran felices (aparentemente). Yo me hacía mil preguntas, era muy sensitiva y no comprendía qué hacía en este planeta en el que me sentía una extraña. Yo quería ser «normal».
Ha pasado mucho tiempo desde que ese pensamiento se albergase en mi mente. Sinceramente, a día de hoy, aún hay instantes en los que aparece. Pero ya no es lo mismo. Y no es lo mismo porque viene para unos instantes, pero se borra porque mi alma ya recuerda que: YO SOY y, permíteme decirte: ¡tú tampoco no eres normal! eres otro increíble tú soy, o sea, YO SOY.
Mariposas, es imposible que seamos «normales» conforme al concepto creado a través de nuestras creencias limitantes, porque SOMOS DIVINAS ¿Hay algo menos normal que eso? (te lo digo con una sonrisa). Si nos paramos a recapacitar por un segundo sobre lo que somos, es imposible no emocionarse. Somos un absoluto milagro.
Hace varios años hice un máster en Consciencia en el que conocí a Gerardo Schmedling. Él habla de lo que somos de un modo muy sencillo. Me fascinó su sabiduría. Durante un tiempo estuve acudiendo a encuentros con personas conocedoras de su mensaje. Ahí comencé a integrar lo que realmente somos y a sentir cómo nuestra anormalidad es maravillosa.
Y ES QUE, ¿QUÉ SOMOS REALMENTE?
1 . Materia. Nos sostiene un campo físico, un cuerpo compuesto por átomos. Lo necesitamos para poder vivir la experiencia humana, para sostener nuestro campo mental. La materia es indestructible, cuando un cuerpo pierde la vida se descompone, pero sus partículas son reutilizadas por el universo. ¿Y qué le da vida? sigue leyendo 😉
2. Esencia del ser. Es la chispa divina, la partícula de dios que da vida a nuestro campo físico. La materia está compuesta por átomos que tienen una frecuencia vibratoria que proporciona el movimiento. El cuerpo funciona gracias a esta chispa divina, cuando no la tiene, la materia regresa al universo.
3. Campo mental. Aparece con nosotros totalmente vacío para ser llenado con nuestras experiencias. creencias, pensamientos,, etc. Somos lo que pensamos y nuestros pensamientos crean nuestra realidad. ¿Cómo es esto?, sencillo: un pensamiento genera una emoción, la emoción crea una vibración y esta atrae a nuestra vida aquello lo que está en esa misma frecuencia. Así de simple. Por eso es importante entrenar a la mente para que el ego no nos lleve por dónde le da la gana.
4. Campo de conciencia. Es lo que somos realmente, ese gran archivo de luz que vamos llenando de sabiduría y comprensión vida tras vida. El objetivo real de la existencia es este, adquirir información de sabiduría y comprensión a través de nuestras experiencias. Todo lo que vivimos, a lo largo de todas las encarnaciones, se graba en nuestros registros akáshicos, donde está la memoria universal. Una vez que hacemos el tránsito, se entrega a la conciencia toda esta información que hemos almacenado.
Llevamos muchas vidas tras de nosotras. Esta es tan solo una gotita más en el océano de una aventura de miles de años. Y queridas mariposas, no podemos ir hacia atrás. Encarnación tras encarnación, vamos progresando en nuestro plan divino. Visto así… ¿no crees que es, absolutamente fascinante, no ser «normal»? ¡Me encantará leer tu opinión al respecto!
Gracias por estar ahí.
Seguimos aleteando.
Cris.
PD. Por cierto. Mis amigas ni eran tan normales, ni eran tan felices, ni tenían vidas tan perfectas. Así que, cada una a su tiempo, comenzaron a tener sus momentos de bajón y, algunas, a hacerse las preguntas que yo me hice hace tantos años. Al final, han acabado pasando por mis lecturas del alma para comprender sus para qués y he podido servirles de guía e inspiración.
Como veis, una vez más, todo es perfectamente bello y anormal ;).
😉
😉
Normal es una palabra muy sencilla que muchas personas lo entiende. De otra manera. Nuestra sociedad nos invulca un trascurso de la vida (amor, trabajo ) pero usndo ni tenemos una de esas cosas, nos consideran raras. Yo creo que en la vida hay que acepatrse uno mismo tal y como es, sin pensar en lo que quieren y deseen los demás porque , al fin y al cabo todos somos normales.
Hola querida Encarna, yo soy una de las rara :). Y sí, hay que aceptarse! Beso
Querida Cristi, hago miaa tus palabras «Gracias por hacer que mi vida sea aún más bella. Con amor, Nelly, desde Venezuela
Querida Nelly, gracias a ti por tu bonita energía!
Un gusto leerte Cris, yo también tuve mi momento de sentirme «anormal» pero pronto empecé a celebrarlo porque me di cuenta de que estaba empezando a ¡Despertar!
Lo libros de David R. Hawkins son los que me han llevado a comentar esta frase tuya: «Por eso es importante entrenar a la mente para que el ego no nos lleve por dónde le da la gana».
Yo tuve mi momento de centrarme en el poder de la mente hasta darme cuenta de que el camino a la iluminación pasa por soltar la mente/disolver el ego. La mente es muy poderosa sin duda, tanto que hará lo que sea para seguir al mando jaja.
Es un camino que puede llevar muchas vidas o una sola, cuestión del ritmo que cada alma lleve en la escalada por los diferentes niveles de conciencia… No hay prisa porque cada pequeño paso es lo que le dará sentido a cada una de esas vidas.
A la mente del personaje aquí al teclado, Hawkins le ha aportado más luz que un curso de milagros por ejemplo. Todo aquello que calibre por encima del nivel energético predominante de la persona, le servirá para su progreso espiritual, pero puestos a elegir, aquí el personaje se queda con la «inyección» más alta jaja. Esto último va al hilo de que todo en este universo emite una frecuencia energética que se puede calibrar (personas, objetos, pensamientos, frases etc.). Animo a leer la primera obra de Hawkins para poner luz a todo esto («El poder contra la fuerza»).
Abrazos y a seguir volando mariposas!
Hola querido Hector. Me he leído tu comentario varias veces, me encanta! Mil millones de gracias por aportar algo tan bello. Tengo el libro, lo leeré! Seguimos aleteando!